Las tres razones principales que tuvo Falcón para denunciar a Adárvez (juez del 3er juzgado de instrucción) fueron: incumplimiento de los deberes de funcionario judicial, desconocimiento reiterado y notorio del derecho, y morosidad injustificada (demorada de resolución, injustificada). Esto se desprende de una causa en la que Falcón actuó como defensor de un joven (Sebastián Merino, de 23 años) que había sido denunciado por un supuesto abuso sexual agravado contra la hija de un exdiputado (Alfredo Castillo), "amigo" del Adárvez. Luego de procesarlo, el juez había dispuesto su traslado al penal, en el que estuvo casi 6 meses preso.
Luego de una batería de presentaciones judiciales por parte de la defensa y por un análisis de parte de la Fiscalía, se definió anular el proceso y pedir la liberación de Sebastián Merino. Esto se produce al comprobarse que la denuncia había sido efectuada por el padre de la chica y no por la víctima. Al tratarse de un delito de instancia privada, este detalle no es menor ya que la denuncia no debió haber sido tomada y la causa perdió efecto.
Pero en el medio, hubo varios puntos oscuros que llevaron a pensar a la defensa de Merino, que Adárvez estaba realizando extrañas maniobras para favorecer a su "amigo" Alfredo Castillo. Por eso decidió denunciarlo y pedir su destitución, el pasado 30 de agosto.